En las últimas semanas, he recibido mensajes acerca de la aplicación de la biomecánica de la rodilla durante la realización de manipulaciones de alta velocidad de la rodilla.
En concreto, parece haberse creado alguna polémica a cerca del tipo de desplazamiento que realiza la tibia sobre el fémur durante los movimientos de flexo-extensión.
A continuación, recojo algunas de las informaciones que me parecen más relevantes, que espero sirvan de ayuda a aquellas personas interesadas en profundizar sus conocimientos sobre la terapia manual.
Partiendo del esquema básico de Kapandji, observamos como durante la flexión en cadena cinética abierta (sin apoyo del pie en el suelo), a medida que se realiza un movimiento de flexión, el fémur:
a) Rueda sobre la tibia.
b) Se desplaza sobre la tibia en sentido anterior (de lo contrario se «luxaría», como vemos en la fig. 1)
Siguiendo esta biomecánica, podemos manipular al rodilla para mejorar los movimientos de flexión y extensión, según las maniobras que se muestran en los siguientes videos.
En este apartado, pretendo reflexionar a cerca de movilizaciones angulares forzadas y dolorosas para mejorar la capacidad de flexo-extensión de rodilla.
En mi opinión, en la gran mayoría de casos en los que el paciente presenta limitación de la flexión de rodilla, no se debe forzar la flexión sino realizar otro tipo de movilizaciones.
Para defender esta opinión, me apoyaré en el funcionamiento del CASCANUECES.
Antes de continuar la argumentación, puede ser interesante repasar la anatomía en disección de la rodilla, para lo cual os dejo un interesa video-link de Aclands.
Tal y como se exponía al inicio del artículo, según el esquema clásico de Kapandji, durante el movimiento de flexión, la tibia realiza, sentido anterior respecto al fémur, 2 MOVIMIENTOS, el de ROTACIÓN y el de TRASLACIÓN.
Si lo comparamos con el movimiento que realizan los brazos de un cascanueces, los cuáles sólo rotan un con respecto al otro, podemos entender los efectos negativos sobre las estructuras intraarticulares de la rodilla, de seguir forzando la flexión rodilla una vez que hemos llegado al tope duro. Podríamos decir que estamos «CASCANDO LAS ESTRUCTURAS MENISCALES, CARTILAGINOSAS Y CAPSULARES», ¿es eso lo que realmente deseamos como efecto en nuestros tratamientos?
El video anterior, al igual que la mayoría que podemos encontrar en la red, puede conducir a error por el siguiente motivo: se representa únicamente el movimiento del fémur, quedando quieta la tibia.
Esta situación no representa la realidad de la mayoría de movimientos que realizamos en nuestra vida diaria. Hagamos un experimento. Apreciado lector, te pido que ahora mismo te levantes de la silla y con los dos pies apoyados en el suelo, realices la flexión de tus dos rodillas.
Fácilmente habrás comprobado que tanto la tibia como el fémur se mueven. Tomando sólo como referencia el desplazamiento (del vídeo previo) en sentido anterior del fémur, va a ir acompañado también del desplazamiento anterior de la tibia, en caso contrario, la tensión del LCA aumentaría mucho, pudiendo llegar a romperse (que sería lo que ocurre cuando se lesiona una persona, gesto típico del futbolista, en cuyo caso se añaden los movimientos de valgo y rotación interna).
Una vez que hemos entendido este biomecanismo, paso a mostraros algunas de las técnicas que podemos utilizar en nuestra práctica clínicia diaria.
Existen muchisimas técnicas más en la bibliografía, muchos estaréis diciendo por dentro, «pues yo aplico la técnica fulano/mengano/sutano», pero he tenido el gusto de compartir con vosotros aquellas que mejor resultado me dan en mi día a día.
Para finalizar, hay dos aspectos que considero fundamentales en la fisioterapia de la rodilla y que abordaré más adelante:
1. Las influencias de la cadera y del pie para el correcto funcionamiento de la rodilla.
2. El engrosamiento de las partes blandas y la falta de trofismo de la piel y tejido subcutáneo como responsables de la pérdida de flexión de la rodilla (ahí es nada, menudos dos temas pendientes).
Hasta pronto
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